sábado, 9 de febrero de 2013

Los placeres simples

Sábado. Limpiar la casa, que Alexander vaya a la clase de tenis (ya va solo al polideportivo municipal), hacer una paella de pollo y de costillas de cerdo, tomarnos un rioja de reserva comprado en el Día, ver pasar la tarde a James jugando en el jardín, después de varios días enfermo. Los placeres simples a veces nos reconcilian a uno con la vida, a pesar de tantas cosas. La tarde es soleada en la Sierra de Madrid, aunque hace frío. Mañana nos espera una nueva tormenta de nieve y viento, pero mientras tanto tenemos la impresión vaga de ser felices, aunque dure poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario