jueves, 29 de marzo de 2012

Desbordado

No he tenido ni un rato para escribir en este blog, que se suponía era una especie de diario personal o familiar en el que registrar momentos para la posteridad, para ayudarnos a recordar lo que pasó, quienes fuimos. Ahora tengo un virus en el ordenador que me borra las fotos y los recuerdos y que cuando tecleo la página web de El País me salta al de ABC, así que solo me entero de la mitad de lo que pasa, no de la otra mitad, que es la que a mí me interesa más, puesto que parece señalar las historias de los perdedores o de los débiles. Los débiles siempre pierden: los curritos, los asalariados, los que tienen unos ahorrillos que no llegan a nada, los ciclistas... Pues eso, que en Mayorca atropellaron a una ciclista alemana, la mataron, y se dieron a la fuga. Lo de casi todos los días. Lo que pasa es que los del atropello eran policías, borrachos para más señas, vestidos de paisano. También ellos pierden. Lo que cambia la vida en un tristrás. Te tomas unas copas, decides coger el coche, y la liaste. Para el resto de tu vida. Los del gobierno también atropellan, pero a ellos no les pasará nada. Al final, tan solo les harán un retrato de unos cien mil euros, para la posteridad. Se lo van a hacer a Bono y era uno más, así que imagino que el que le hagan al presidente del gobierno... ¿Quién hace retratos por tanto valor? ¿Es por concurso público ya que el dinero sí que lo es?

domingo, 18 de marzo de 2012

Hay libros

Hay libros que se terminan en el baño, sentado sobre la taza del váter, oyendo a lo lejos, tras la puerta, el jaleo de los niños, oyendo a Emma hablar por teléfono, oyendo como quien no quiere oír pasos que suben las escaleras o que las bajan, después de todo el baño está cerrado, y no hay más en la casa. Hay libros que tienen que terminarse así, con los pantalones en los tobillos, llorando como un niño. Y es lo que me ha pasado con el que hemos estado compartiendo Alexander y yo, y que él está aún empezando (no me extraña, si cada día trae un libro obligatorio de la escuela). El escritor, un maestro que decidió retirarse para escribir: Michael Morpurgo. La obra, una historia sobre la relación de una niña con su abuelo, y de un padre con su propio padre. Se titula Shangri-La. ¿Estará traducido?

viernes, 16 de marzo de 2012

Despedidas

Hace ya tiempo que miro el mundo despidiéndome de él, con cierta añoranza adelantada, miro los primeros pasos del James sabiendo o suponiendo que son los primeros pasos que no volveré a ver más, porque se irá haciendo mayor inexorablemente, y yo lo miro con una intensidad poco común del que no está del todo cuerdo, de quien trata de fijar bien en la memoria, una memoria débil, por otra parte, esos momentos únicos e irrepetibles que se van, momentos que se van continuamente, y es entonces, en los primeros pasos del James, en las primeras bocanadas de oxígeno que nos trae la primavera con los narcisos florecidos en Hyde Park, con las señales en el mismo libro que Alexander y yo estamos leyendo juntos, el primer libro leído juntos, curioso, ya nunca más habrá un primero, en una frase cualquiera de Emma, en una mirada al hablarme, que veo el tiempo pasando, que veo su cara aquí y ahora que no volveré a ver más, será otro rostro, serán otras circunstancias las que lo vayan moldeando, es entonces cuando soy consciente de que morimos continuamente. ¿Por qué tenemos que envejecer, morir? No es justo.

viernes, 2 de marzo de 2012

Willy Wonka

En Reino Unido el día mundial del libro no es el 23 de abril, sino el 1 de marzo. En el colegio de Alexander la propuesta era que cada alumno y cada profesor, el que quisiera, fuera ese día, esto es, ayer, vestido de un personaje. Un personaje que te guste. Y Alexander eligió a Willy Wonka, ese carácter maravilloso que creó Roald Dahl en Charly and the chocolate factory. La versión en la que actúa Johnny Depp es muy buena, he de decir, aunque prefiero los dibujos que Roald Dahl dejó en su libro, y que se puden ver en cada versión impresa junto a las palabras de uno de los maestros más grandes que tiene la literatura infantil.

Roald Dahl es como el Shakespeare de los libros para niños. No hay otro como él. En las escuelas se tienen muchos ejemplares de todas sus obras, y Alexander incluso tiene en casa una biografía del gran escritor y piloto. Tras un accidente de su hijo Theo, que le provocó hidrocefalia, se involucró en la creación de un artilugio que aliviara sus dolores y que hoy día se conoce como válvula de Wade-Dahl-Till.

Willy Wonka en el tren:




Willy Wonka llegando al cole: