domingo, 18 de marzo de 2012

Hay libros

Hay libros que se terminan en el baño, sentado sobre la taza del váter, oyendo a lo lejos, tras la puerta, el jaleo de los niños, oyendo a Emma hablar por teléfono, oyendo como quien no quiere oír pasos que suben las escaleras o que las bajan, después de todo el baño está cerrado, y no hay más en la casa. Hay libros que tienen que terminarse así, con los pantalones en los tobillos, llorando como un niño. Y es lo que me ha pasado con el que hemos estado compartiendo Alexander y yo, y que él está aún empezando (no me extraña, si cada día trae un libro obligatorio de la escuela). El escritor, un maestro que decidió retirarse para escribir: Michael Morpurgo. La obra, una historia sobre la relación de una niña con su abuelo, y de un padre con su propio padre. Se titula Shangri-La. ¿Estará traducido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario