sábado, 2 de junio de 2012

Banderas

La ciudad se ha ido engalanando de banderas, grandes, medianas, pequeñas, de tela o de plástico, de papel, colgadas a una cuerda, triangulares, vistosas, enormes, colgando de edificios y balcones, de los techos de las estaciones de tren, como en la de Victoria Station: ¿fue esta semana cuando al bajarme del tren y al ir andando a buscar la bici en el andén número ocho se me fue la mirada hacia arriba y casi me asusté al ver las banderas, marcialmente alineadas, colgando del techo, movidas por esa brisa que siempre corre en el interior de los edificios enormes?, y luego, en Portobello Road, me extrañó sorprender entre la miseria de los barrenderos y la mugre de los últimos borrachos de la noche (uno nunca sabrá si están empezando el día o acabando la noche anterior) las serpentinas de banderitas a todo lo largo de la calle más atractiva de Londres si es sábado y eres un turista español.

Incluso nuestra querida vecina ha engalanado su casa de banderas. Nuestra querida K., con los niños, que tanto tiempo pasan juntos. Se me cayó el alma a los pies, pero luego, en un intento de comprensión antropológica, me dije que no, que tal vez estas cosas les pasaban a los ingleses por ser ingleses, así que como mi mujer es inglesa y estábamos en la cocina (con la ventana abierta oíamos las indicaciones de K. y de su marido M. colgando las banderas alrededor de la casa, de las tejas) le dije, con sorna, que se nos había olvidado comprar banderitas. "Todavía tenemos tiempo", me respondió. Y al ver mi cara de espanto: "only jocking, man", y luego las risas (de alivio).

El próximo domingo, o sea, mañana, habrá fiestas por las calles de los pueblos, calles cortadas, y se extenderá por el país una borrachera gubernamentalmente promovida para celebrar los sesenta años de monarquía de la reina Isabel II. Vistas las banderas y lo que la gente dice, no tengo más remedio que pensar que este país es muy monárquico. Con la excepción de mi esposa, claro.

2 comentarios:

  1. Este lunes a las 20.00 Radio3 restransmite en directo el concierto que se va a celebrar en el palacio de Buckingham con motivo de la efeméride. Elton John, Paul McCartney (ay, qué dolor), Stevie Wonder, Tom Jones y no sé cuántos más. ¿Quién hubiera podido vaticinar hace cuarenta o cincuenta años, en los primeros años de reinado, que Isabel II iba a celebrar el sexagésimo aniversario de su coronación con estos artistas?

    Sesenta años. ¡Cuánto hemos cambiado!

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    1. Yendo en bici por Hyde Park he ido viendo cómo, día a día, iban creciendo las estructuras de las carpas y del enorme escenario, que esta vez han colocado mirando hacia el sur. El concierto es hoy domingo, esta tarde, vaya, y a mí también me gustaría estar por allí, aunque sea por fuera, pero va a ser imposible: James está con varicela y el día se ha despertado cubierto de unas nubes más negras que la reputación de Gil de Biedma.

      Hace sesenta años los que cantan eran unos niños, es curioso, aunque ya están mayorcitos ellos. Pero es que la reina Isabel era coronada con 26 años, de manera que la generación que se va a reunir frente al palacio de Buckingham es casi la misma: incluso va a estar Shirley Bassey.

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