jueves, 27 de octubre de 2011

Una vez en la vida

Le regalé a Emma por nuestro aniversario una cena en el restaurante del Hotel Claridge que desde hace poco dirige Gordon Ramsey a través de uno de sus lugartenientes, el chef Steve Allen. Comida estupenda, ambiente inmejorable y sabores ni siquiera imaginados en una noche corta y preciosa. Como no tenemos costumbre de salir ni de beber, yo esta mañana tenía una resaca de otros tiempos que aplaqué como pude a las seis de la mañana (con James sonriente y deseoso de jugar) con dos pastillas de ibuprofeno.

Gordon Ramsey es uno de los grandes chefs de la cocina inglesa (siempre se dice que en Inglaterra se come muy mal), futbolista profesional en su juventud, tuvo que ser defensa porque tiene la cara llena de cicatrices, y reconvertido en apasionado chef con varios programas de televisión en los que defiende con lenguaje procaz la frescura de los alimentos. La comida que ofrece en el Claridge´s es estupenda y carísima. Pero son cosas que uno hace una vez en la vida.

Por cierto, la habitación 212 del Hotel Claridge fue durante un día territorio yugoslavo, qué curioso. Fue una decisión del gobierno británico para que el príncipe Alejandro de Yugoslavia pudiera nacer en su país. Curioso también que el príncipe, cuando se hizo mayor, terminara casándose en el pueblo sevillano de Villamanrique de la Condesa con una princesa llamada María de la Gloria, supongo que en casa llamada MariGlo, algo así. Y es que siempre termina uno en casa, aunque se vaya lejos a cenar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario