viernes, 4 de noviembre de 2011

Por fin




Por fin comenzaron a caer las hojas de los arces de Hyde Park en serio, metódicamente, no como en septiembre, que era tan sólo un amago, un preludio lúdico de lo que habría de venir ahora, con la lluvia persistente. Esta mañana he venido en bicicleta muy despacio, tratando de fijar los colores en la memoria, y ese olor característico a podredumbre benéfica que dejan las hojas en el suelo, alfombrándolo todo y ocultando las líneas blancas del carril bici. Las ramas de los árboles se vuelcan hacia el suelo con el peso de la humedad, y la mañana, casi siempre llena de ciclistas que van al trabajo, de personas haciendo jogging, o paseando al perro, hoy más bien tenía el aspecto de camino campestre en el corazón de la gran ciudad. La avenida de los arces, que no tiene nombre y que también llaman Tree lined avenue, me ha devuelto la nostalgia del recolector de setas.

1 comentario:

  1. Hermoso, sensible e inmerso en todos los procesos irrepetibles de la Naturaleza. Aquí, ayer tras una comida otoñal, disfrutamos de un paseo junto a los olmos del rio Tormes. Silencio de coches y cláxones, olores a humus, perros ladrando...Atardecer de color castaña asada. Bsos

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